Acerca de mí:

Me llamo Íñigo Montoya. Soy el hijo de un hábil herrero español llamado Domingo Montoya, que llevaba una vida sencilla en la forja. Un día, cuando tenía diez años, un extranjero de quien solo recuerdo que tenía seis dedos en una mano, apareció contratando a mi padre para que forjara para él una espada de calidad sobresaliente. Trabajó por meses forjando el arma hasta que pasado un año logró un arma magnífica con un peso y filo sin igual, sin embargo al llegar el día de concretar el trato el hombre de los seis dedos exigió que se le entregara por una décima parte del precio acordado; a lo que obviamente mi padre se negó, por lo que sin aviso ni mas provocación el hombre de seis dedos le atravesó el corazón. Tomé la espada que mi padre forjó y desafié a un duelo al hombre de los seis dedos, pero siendo solo un niño de once años y careciendo de conocimientos de esgrima no fui capaz de nada. Mi oponente como burla me perdonó la vida y me desfiguró cortándome ambas mejillas con heridas tan profundas que marcaron mi cara de por vida.

Tras esto abandoné mi pueblo llevando la espada que mi padre forjara y me dediqué a viajar por el mundo aprendiendo cantidad de estilos de esgrima y perfeccionando mi habilidad hasta no poder encontrar oponentes que me significaran un esfuerzo, siempre con un objetivo en mi mente: encontrar al hombre de los seis dedos, presentarme ante él diciendo "Hola, me llamo Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre. Prepárate a morir" y asesinarlo en un duelo con la espada creada por mi padre.

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Para más información acerca de Íñigo Montoya: Wikipedia